Recientemente, un equipo de investigación internacional ha desarrollado y probado con éxito una pintura blanca llamada CCP-30, que muestra un rendimiento excepcional en la protección de edificios y el ahorro de energía, proporcionando una solución innovadora para el enfriamiento de edificios en el contexto del calentamiento global.

Actualmente, los sistemas de refrigeración representan alrededor del 20% del consumo global de electricidad. Con el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas en las megaciudades son significativamente más altas que en los suburbios. El concreto y el asfalto absorben la energía solar y la liberan continuamente, mientras que el calor residual de los motores de automóviles, las plantas industriales y los sistemas de aire acondicionado agrava este fenómeno. Para detener el “calentamiento regional”, los científicos han estado explorando métodos de enfriamiento pasivo, que dependen de mecanismos naturales de disipación de calor como la convección, la radiación o la conducción, sin necesidad de dispositivos adicionales que consuman energía.

Anteriormente, las pinturas comerciales en el proceso de producción generalmente consideraban solo el enfriamiento por radiación (reflejando la luz solar y liberando calor al medio ambiente) como método de protección térmica, pero su efectividad es limitada en regiones de alta humedad. Porque el vapor de agua absorbe la radiación, atrapando el calor cerca de la superficie del suelo, lo que eleva la temperatura del aire alrededor de los edificios.

Investigadores de Singapur, China y Arabia Saudita publicaron un estudio en la revista Science que propone una solución efectiva: combinar el enfriamiento por radiación con el enfriamiento por evaporación de agua. La pintura CCP-30 se desarrolló precisamente sobre este principio.

Si el material está orientado hacia el cielo, el sistema de enfriamiento por radiación funciona, radiando el calor absorbido por el edificio al espacio exterior en forma de ondas infrarrojas, que atraviesan la atmósfera sin ser absorbidas, formando una “ventana transparente atmosférica”. Para las paredes laterales de los edificios, la pintura CCP-30 tiene una forma única de respuesta. Al aplicar esta pintura en las cuatro caras del material, absorbe el agua de lluvia y la humedad atmosférica, y luego evapora lentamente el agua como la piel humana, reduciendo así el grado de calentamiento de la superficie.

La estructura porosa no expansiva del material está compuesta de gel de silicato de calcio (CSH), que ayuda a retener la humedad, base de la resistencia y durabilidad del cemento. Los desarrolladores agregaron polímeros y sales higroscópicas al compuesto de gel de cemento, junto con aditivos nanométricos, para que pueda retener la humedad y prevenir grietas.

Los científicos realizaron una serie de experimentos para verificar el rendimiento de la pintura CCP-30. Probaron tres casas idénticas (50 x 40 x 70 cm), construidas con bloques de concreto industrial de 10 cm de espesor. Una de las casas estaba pintada con la pintura innovadora CCP-30, la segunda con una pintura comercial con efecto de enfriamiento, y la tercera con una pintura blanca ordinaria. Durante todo el experimento, la casa pintada con CCP-30 tuvo la temperatura interior más baja, más de 4,5 °C por debajo de las otras, y la temperatura de las paredes laterales también se mantuvo baja debido al efecto de enfriamiento por evaporación.

Para cuantificar el efecto de ahorro de energía, los investigadores aplicaron estos tres tipos de pinturas en residencias de concreto equipadas con aire acondicionado y medidores eléctricos. En una prueba de tres días, tanto en días soleados como lluviosos (con alta humedad), la pintura CCP-30 ahorró entre el 30% y el 40% de energía en aire acondicionado en comparación con las otras pinturas. Las pruebas mensuales también confirmaron que esta pintura puede ahorrar hasta el 40% de electricidad, y los científicos obtuvieron los mismos resultados dos años después.

Además, las pruebas muestran que la pintura CCP-30 refleja el 88% al 92% de la luz solar, libera el 95% del calor en forma de radiación infrarroja, y retiene aproximadamente el 30% de su peso en agua. Su efecto protector es 10 veces superior al de las pinturas ordinarias; aplicado en materiales de pared, puede ahorrar entre el 30% y el 40% de energía y reducir el 28% de la huella de carbono.

La pintura CCP-30 desarrollada por este equipo internacional de investigación proporciona una nueva vía efectiva para el enfriamiento y ahorro de energía en edificios, con potencial para una aplicación amplia a nivel global, contribuyendo al desarrollo sostenible de la industria de la construcción.