Un estudio reciente de la Universidad de Cornell en EE.UU. ha descubierto que, después de que el estado de Nueva York aprobara legislación para apoyar granjas solares comunitarias a gran escala, los precios de las tierras agrícolas dentro de un radio de dos millas de la infraestructura energética (como subestaciones y líneas de transmisión) han aumentado significativamente, con un incremento del 15% al 18%, mientras que los precios de parcelas alejadas de estas instalaciones no han mostrado un crecimiento similar. Este fenómeno refleja las expectativas del mercado sobre el valor potencial de desarrollo solar de las tierras agrícolas, pero también ha generado discusiones sobre el equilibrio entre la pérdida de uso agrícola y el desarrollo de energías renovables.

El estudio señala que las tierras agrícolas, debido a su terreno plano y su proximidad usual a instalaciones de transmisión eléctrica, se consideran sitios ideales para granjas solares. Los desarrolladores pueden ofrecer a los agricultores ingresos estables por arrendamiento, que no se ven afectados por el clima o los rendimientos de los cultivos. Sin embargo, la conversión de tierras agrícolas para usos solares podría llevar a una disminución de la productividad agrícola, amenazas a la seguridad alimentaria y elevar el umbral de acceso a la tierra para nuevos agricultores entrantes.

"Los propietarios de tierras podrían beneficiarse del aumento de valor de las tierras agrícolas, pero los arrendatarios y las comunidades podrían enfrentar impactos negativos en cadena", indicó Wendong Zhang, profesor asistente de la Facultad de Economía Aplicada y Gestión de la Universidad de Cornell. "Cómo lograr los objetivos estatales de energía y reducción de emisiones mientras se minimiza la invasión de las tierras agrícolas es un problema clave que los formuladores de políticas deben sopesar".

El equipo de investigación analizó datos de casi 12.000 transacciones de tierras en el estado de Nueva York desde 2007 hasta 2021, y descubrió que, después de la implementación de la "Política de Energía Renovable Compartida" en 2015 (que permite a los residentes comprar créditos de energía de granjas solares) y políticas relacionadas que apoyan el desarrollo de energía solar a gran escala, los precios de las tierras agrícolas comenzaron a aumentar. La primera autora, Zhiyun Li (actualmente economista en la Universidad de California en Los Ángeles), enfatizó que el núcleo del aumento de precios de la tierra no es la existencia misma de las granjas solares, sino si la tierra está ubicada en corredores de líneas de transmisión o adyacente a subestaciones —estos lugares son vistos por el mercado como de mayor potencial de desarrollo debido a señales políticas claras.

Además, en áreas con precios de electricidad más altos, el aumento de precios de las tierras agrícolas es más significativo (los precios de tierras agrícolas adyacentes a subestaciones incluso subieron del 20% al 22%), lo que indica que la intensidad de la demanda regional por solar impulsa aún más los costos de la tierra.

Los investigadores señalan que el estado de Nueva York está acelerando actualmente varios proyectos solares grandes de más de 25 megavatios (algunos proyectos incluso superan los 100 megavatios, ocupando más de 500 acres), y el problema del aumento de precios de tierras agrícolas causado por políticas relacionadas podría intensificarse. Wendong Zhang añadió: "A medida que más proyectos solares se implementen, estos impactos se volverán cada vez más urgentes, especialmente los costos de tierras agrícolas adyacentes a la infraestructura podrían seguir disparándose".

A pesar de los desafíos, el estado de Nueva York, como una de las regiones pioneras en promover la energía solar comunitaria en EE.UU. (que en 2021 se convirtió en el mercado de energía solar comunitaria más grande del país), proporciona referencias para otras áreas. El equipo de investigación sugiere que la formulación de políticas debe coordinar los objetivos energéticos con la sostenibilidad agrícola, como explorar el modelo "fotovoltaica + agricultura" (por ejemplo, plantar cultivos bajo paneles solares), y optimizar la asignación de recursos de tierra para equilibrar los intereses de múltiples partes.

"Las políticas estatales son el factor clave para guiar la selección de sitios solares", indicó Wendong Zhang. "En el futuro, investigaremos más a fondo el desempeño de este tipo de legislación en otros estados, proporcionando bases para el diseño de políticas nacionales".