La inteligencia artificial se está convirtiendo en una herramienta importante para el cribado de cáncer cervical en regiones con recursos limitados. Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Uppsala, el Instituto Karolinska y la Universidad de Helsinki en hospitales rurales de Kenia y Tanzania muestra que los métodos de diagnóstico apoyados por IA pueden mejorar significativamente la eficiencia del cribado, pero requieren inversiones complementarias en capacitación del personal médico, suministro de equipos y construcción de confianza comunitaria. A nivel global, el cáncer cervical ha superado la mortalidad materna como una de las principales causas de muerte en mujeres, sin embargo, solo un tercio de las mujeres ha recibido cribado, con tasas aún más bajas en regiones con escasos recursos.

El estudio incluyó a 3.000 mujeres que originalmente no tenían acceso al cribado, recolectando muestras de células cervicales y muestras de VPH, procesadas digitalmente y analizadas por IA, con revisión posterior por patólogos. Los investigadores capacitaron a enfermeras locales, personal de laboratorio y patólogos en el uso del sistema, y colaboraron con departamentos de salud para integrarlo en la atención médica rutinaria. Los resultados muestran que la IA puede analizar muestras rápidamente, reduciendo la dependencia de expertos y permitiendo que más mujeres accedan al cribado. Sin embargo, la consistencia de las imágenes se convirtió en el principal obstáculo para la implementación tecnológica. Diferencias en la calidad de los reactivos de tinción, interrupciones de energía y otros problemas causaron variaciones en el color de las muestras, afectando la precisión del análisis de IA. Además, el seguimiento enfrentó desafíos: algunas mujeres con signos de cáncer no pudieron recibir tratamiento oportuno debido a problemas de comunicación o transporte, y los investigadores tuvieron que asegurar el cumplimiento de chequeos posteriores mediante múltiples comunicaciones.

A pesar de esto, el estudio se considera un paso importante en la aplicación de IA médica. El profesor del Instituto Karolinska, John Lundin, señaló: "Los métodos de diagnóstico tradicionales dependientes de expertos están siendo revaluados debido al progreso de la IA, y regiones con recursos limitados también pueden introducir estas tecnologías para hacer que los diagnósticos que salvan vidas sean más accesibles." El estudio también mejoró la conciencia local sobre el cribado: una vez que las mujeres perciben la fiabilidad del sistema médico, su disposición a buscar servicios aumenta significativamente, no solo mejorando la salud, sino también promoviendo la participación social. La autora principal, Nina Lind, enfatizó: "La IA debe avanzar en sinergia con la capacitación del personal, el suministro de equipos y la construcción de confianza para alcanzar su verdadero potencial."