El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, firmaron conjuntamente un acuerdo marco destinado a garantizar el suministro de tierras raras y minerales clave durante la visita de Trump a Tokio. Esta visita, como parte importante de la gira asiática de una semana de Trump, resalta la determinación de cooperación entre Estados Unidos y Japón en el campo de los recursos minerales. El contenido del acuerdo es amplio, abarcando enlaces de la cadena de suministro como la extracción, reciclaje, reservas e inversión en recursos minerales, que juegan un papel crucial en industrias como la defensa, automotriz, electrónica y energética. Aunque el acuerdo no implica compromisos fiscales directos, la lista de proyectos en energía, inteligencia artificial y minerales clave publicada por los gobiernos de ambos países indica que las empresas japonesas planean invertir hasta 400 mil millones de dólares en Estados Unidos.

La Casa Blanca evaluó que este acuerdo establece una base sólida para una "nueva era dorada de la alianza entre Estados Unidos y Japón". Similar a los acuerdos recientes con Australia y Malasia, el acuerdo entre Estados Unidos y Japón también enfatiza la movilización de inversiones gubernamentales y privadas para impulsar la capacidad de extracción y procesamiento doméstico de tierras raras. Ambas partes también se comprometen a identificar y compensar conjuntamente las deficiencias en el suministro de tierras raras y sus productos derivados, como imanes permanentes, baterías, catalizadores y materiales ópticos. El acuerdo también involucra la prevención de la venta de activos estratégicos y el mantenimiento de mecanismos de precios que reflejen los costos reales de extracción, implicando apoyo a un límite inferior de precios.