El pasado fin de semana, la legislatura de California aprobó el proyecto de ley SB 237, que permite emitir hasta 2.000 nuevos permisos de extracción de pozos petroleros al año en el condado de Kern a partir de enero de 2026. El proyecto busca aumentar la producción local de petróleo, elevando la proporción de suministro de crudo al 25%, para aliviar la presión sobre las operaciones de las refinerías y controlar los costos de combustible para los consumidores. Según datos de la Comisión de Energía de California, el estado produce actualmente un promedio de 119.000 barriles de petróleo diarios, de los cuales el 23% es suministrado por productores locales a refinerías estatales.
El contexto de esta política está estrechamente ligado a los ajustes en la capacidad de refinación del estado. Debido al cierre programado de dos refinerías que representan el 17% de la capacidad de producción de gasolina del estado para el próximo año, junto con la transición de otras empresas hacia combustibles renovables, se espera que la dependencia de California de las importaciones de combustible aumente significativamente. Los analistas de la industria señalan que el aumento de los costos de adquisición externa podría elevar aún más los precios minoristas del combustible. Los defensores del proyecto de ley argumentan que la expansión de la extracción de petróleo en el condado de Kern puede actuar como un mecanismo de amortiguación de precios, ya que esta región, como principal área productora de petróleo de California, cuenta con las condiciones técnicas e infraestructura necesarias para un desarrollo a gran escala.










