Colombia está planeando lanzar una serie de proyectos e incentivos de hidrógeno limpio, con el objetivo de atraer inversiones y impulsar su industria de hidrógeno limpio desde las actuales pruebas a pequeña escala hacia un desarrollo a gran escala con capacidad de exportación en el futuro. Según una guía de financiamiento publicada recientemente por la Corporación de Inversiones del Banco de Desarrollo de América, con el apoyo de estas inversiones, el país podría alcanzar una producción anual de hasta 9 millones de toneladas de hidrógeno de bajas emisiones para 2050.
La guía señala que Colombia tiene las condiciones para convertirse en un actor importante en la economía global de hidrógeno de bajas emisiones, gracias a sus abundantes recursos eólicos y solares que pueden transformarse en el potencial para la producción de hidrógeno a gran escala mediante electrólisis. El hidrógeno producido podría abastecer a industrias locales como refinerías y fertilizantes, así como mercados de exportación. El informe indica que Colombia ya ha anunciado 36 proyectos de hidrógeno limpio, con una capacidad total planificada de electrolizadores de aproximadamente 18 gigavatios. La mayoría de estos proyectos aún se encuentran en etapas iniciales.
Para promover el desarrollo industrial, las autoridades colombianas han planeado cinco regiones de centros de hidrógeno para concentrar la producción, la logística y la demanda industrial. En el plano de políticas, se planea combinar incentivos fiscales con mecanismos de financiamiento mixto respaldados por instituciones financieras públicas, reduciendo los riesgos de los proyectos iniciales mediante garantías y préstamos preferenciales. A pesar de los desafíos actuales con la demanda doméstica que arranca lentamente, los formuladores de políticas esperan que el consumo inicial sea impulsado principalmente por usuarios industriales.
En cuanto a los costos, los análisis predicen que el costo de producción de hidrógeno verde en Colombia podría seguir disminuyendo, posiblemente alcanzando alrededor de 1,7 dólares por kilogramo para 2030, e incluso más bajo en regiones con recursos superiores, lo que fortalecerá su competitividad en el mercado. El informe considera que la viabilidad de financiamiento de los proyectos dependerá de acuerdos de compra de energía a largo plazo, herramientas de mitigación de riesgos y arreglos estables de compra.
Con la perfección de los permisos de proyectos, la infraestructura de centros y los canales de financiamiento, se espera que la construcción de la industria de hidrógeno limpio en Colombia acelere a partir de 2026. Si las primeras fábricas a escala comercial pueden tomar decisiones de inversión final sin problemas, el país podría ocupar una posición en el comercio regional de energías limpias.










