Textile Exchange ha lanzado recientemente nuevos estándares de materialidad con el objetivo de unificar los marcos de evaluación de las certificaciones de sostenibilidad de diferentes materiales, permitiendo medir y verificar de manera más científica su impacto ambiental y social. El desarrollo de estos estándares comenzó en 2021 y se espera que entren en vigor oficialmente el 31 de diciembre de 2026, mientras que los requisitos de certificación obligatoria se aplicarán a partir del 31 de diciembre de 2027.
La primera versión de los estándares de materialidad cubre fibras animales como lana, alpaca y mohair, así como materiales reciclados bajo el Global Recycled Standard y el Recycled Claim Standard. El algodón orgánico seguirá siendo un componente central del sistema, y sus estándares existentes se integrarán gradualmente en el nuevo marco mediante un proceso por fases. Textile Exchange ha declarado que esta iniciativa busca coordinar las expectativas y la evaluación de resultados para diferentes materiales en la industria, estableciendo un sistema de medición más coherente.
La organización elaboró el estándar mediante un grupo de trabajo internacional compuesto por partes interesadas de toda la cadena de suministro, varias rondas de consulta de borradores y pruebas piloto en Perú e Italia, entre otros lugares. El nuevo marco incluye requisitos en áreas como gestión del suelo, bienestar animal, derechos humanos y medios de vida, así como el uso de recursos y la gestión de emisiones en el procesamiento primario.
Para facilitar una transición fluida, antes de que entre en vigor la certificación obligatoria, las organizaciones podrán seguir utilizando los estándares actuales. Textile Exchange también ha publicado simultáneamente la «Política de Declaraciones y Etiquetado de Materiales», destinada a guiar a las marcas en la comunicación precisa de su estado de certificación bajo el nuevo estándar. La organización planea ampliar progresivamente el sistema en el futuro a áreas como el algodón preferente y las fibras celulósicas de origen artificial, mediante colaboraciones con proyectos alineados con sus objetivos climáticos y naturales.
El mes pasado, Textile Exchange también anunció ajustes en su estructura de membresía, introduciendo un modelo de dos niveles para apoyar mejor a la industria en los desafíos relacionados con el clima y la naturaleza.










