Durante el debate del presupuesto de Malasia para 2026, el senador Liu Huishao expresó su opinión sobre la situación fiscal del sector del aceite de palma. Citando datos del sector, señaló que en 2024 la industria pagó aproximadamente 11.500 millones de ringgit solo en la fase de plantación.
Estos impuestos se recaudan a través de diferentes formas, como el impuesto sobre la renta, el impuesto sobre beneficios extraordinarios y los impuestos estatales sobre ventas. Los analistas consideran que cuando suben los precios mundiales del aceite de palma, los impuestos asociados también aumentan, lo que puede afectar los ingresos de los productores locales. Los cambios fiscales se trasladan a todos los eslabones de la cadena, incluidos los pequeños plantadores.
Los datos del sector indican que el conjunto de impuestos puede representar una proporción considerable de los beneficios. Al mismo tiempo, parte de las palmeras de Malasia sufren envejecimiento, y la replantación y la mecanización de la producción requieren inversiones continuas. El senador Liu Huishao propuso que los impuestos recaudados del sector del aceite de palma se destinen en mayor medida al desarrollo sostenible a largo plazo, incluyendo la replantación y la mejora tecnológica.
El sector del aceite de palma es una parte importante de la economía rural de Malasia. Equilibrar las políticas fiscales con la sostenibilidad del sector es clave para su futuro.










