Un robot con ruedas impulsado por energía solar y equipado con inteligencia artificial trabaja diligentemente en un campo de algodón en California, navegando con precisión entre los cultivos, eliminando malezas, ignorando el calor abrasador del mediodía.

Actualmente, las granjas en todo Estados Unidos enfrentan dos grandes problemas: escasez de mano de obra y resistencia de las malezas a los herbicidas. La solución robótica llamada Element, lanzada por la startup Aigen, surge en respuesta a estos desafíos. El cofundador y director técnico de la compañía, Richard Wurden, indicó que esta solución puede ahorrar dinero a los agricultores, proteger el medio ambiente y prevenir que sustancias químicas nocivas entren en los alimentos. Wurden, quien trabajó cinco años en Tesla, se inspiró en la información de un pariente agricultor sobre los altos costos de deshierbe y la inmunidad de las malezas a los herbicidas, lo que, combinado con la escasez de mano de obra, hacía que los agentes químicos fueran la única opción, impulsándolo a dedicarse al desarrollo de robots. El cofundador y CEO de Aigen, Kenny Lee, agregó que los agricultores usan agentes químicos solo como herramienta, y la compañía está intentando crear alternativas.
Este robot tiene la forma de una mesa grande con ruedas, con paneles solares en la parte superior y brazos metálicos con cuchillas pequeñas que pueden excavar hacia abajo en los cultivos. Su forma de trabajo imita a los humanos: opera con energía solar durante el día, se apaga por la noche para entrar en modo de sueño, y se reactiva al día siguiente para continuar el trabajo. El sistema de inteligencia artificial del robot recopila datos a través de cámaras integradas, puede rastrear filas de cultivos e identificar malezas.
La visión de Aigen es elevar las habilidades de los trabajadores que tradicionalmente deshierban bajo el calor intenso, permitiéndoles monitorear y resolver fallos en los robots. El robot puede comunicarse inalámbricamente con un pequeño centro de control mediante inteligencia artificial integrada, notificando oportunamente a los operadores sobre incidentes. Este robot puede operar en campos de tomates, algodón y remolacha, y se afirma que el deshierbe no daña los cultivos. Lee estima que se necesitan aproximadamente cinco robots para limpiar las malezas en una granja de 160 acres (65 hectáreas).
Esta startup, ubicada en Redmond, suburbio de Seattle, con 25 empleados, produce robots que se venden por 50.000 dólares. La compañía se dedica a ganar el apoyo de agricultores políticamente conservadores mediante soluciones amigables con el clima, que impulsan maquinaria pesada con energía solar en lugar de diésel costoso. Lee dijo que, aunque la palabra "clima" ha sido politizada, a los agricultores les preocupa más la tierra.
Esta tecnología ha atraído la atención de la división de computación en la nube de Amazon, Amazon Web Services (AWS). Aigen fue seleccionada como parte del programa de becas "Cómputo Climático" de AWS, que proporciona herramientas de IA, energía de centros de datos y asistencia técnica a startups que resuelven problemas ambientales. Lisbeth Kaufman, jefa de desarrollo de negocios para startups de clima en AWS, indicó que Aigen se convertirá en uno de los gigantes de la industria en el futuro, comparable a la combinación de Ford y el Modelo T, o Edison y la bombilla eléctrica.











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