El sorgo, gracias a su capacidad para acumular grandes cantidades de biomasa y prosperar en condiciones adversas, se considera un cultivo del futuro, donde ciertas variedades incluso producen más azúcar en suelos salinos. Un equipo internacional liderado por científicos del Instituto Tecnológico de Karlsruhe (KIT) realizó un estudio profundo sobre la acumulación de azúcar inducida por estrés salino, logrando resultados importantes que traen esperanza para la seguridad alimentaria humana.
Con el crecimiento continuo de la población mundial, la demanda de alimentos, productos primarios y energía sigue aumentando, y el rendimiento de cultivos, especialmente de cereales, necesita aumentar sustancialmente. Sin embargo, el cambio climático hace que este objetivo sea más difícil de lograr. Además de altas temperaturas y sequías, la salinización del suelo se está volviendo cada vez más severa, y el aumento del nivel del mar está salinizando más tierras fértiles, ejerciendo una enorme presión sobre el crecimiento de cultivos. En este contexto, cultivos con alta biomasa que crezcan bien en suelos salinos se convierten en clave para aliviar problemas alimentarios.
El grupo de trabajo de Biología Molecular Celular del Instituto de Ciencias de Plantas Joseph Gottlieb Koeruth (JKIP) del KIT, bajo el liderazgo del profesor Peter Nick, ha enfocado durante años en el estudio de plantas del género Sorghum, específicamente el mijo. Las plantas del género Sorghum pertenecen a la familia Poaceae, género Sorghum, y las variedades ricas en azúcar se llaman sorgo dulce. El sorgo es uno de los cultivos con eficiencia fotosintética extremadamente alta, absorbiendo CO2 más fuertemente que otras plantas y produciendo mayor biomasa. Previamente, el científico sirio Dr. Adnan Kambal, durante su investigación en KIT, desarrolló una nueva variedad de sorgo dulce con contenido de azúcar extremadamente alto, con gran potencial en la producción de biogás, biocombustibles y nuevos polímeros.
La investigación descubrió que ciertas variedades de sorgo producen más azúcar en suelos salinos. El sorgo milo originario de Sudán, un cultivo antiguo, crece bien incluso en condiciones adversas. Peter Nick indicó que ciertas variedades de sorgo milo no solo se adaptan a entornos salinos, sino que producen más azúcar cuando la salinidad aumenta. Las variedades almacenan azúcar en diferentes lugares; algunas lo almacenan en tallos, adecuado para producción de biocombustibles y usos energéticos; otras en semillas, contribuyendo enormemente a la nutrición humana.
Estudios posteriores revelaron que el interruptor genético SWEET13 dirige el azúcar hacia los granos. El grupo de investigación liderado por la erudita egipcia Dr. Eman Abusleima estudió la acumulación de azúcar inducida por estrés salino y las diferentes formas en que las plantas almacenan azúcar. Descubrieron que el gen SWEET13 actúa como un interruptor, decidiendo si dirigir la sacarosa producida por fotosíntesis directamente a los granos de la planta. Los investigadores encontraron una versión particularmente activa del gen SWEET13 en la antigua variedad siria de sorgo milo Razinieh, y este interruptor genético puede introducirse en otras variedades mediante mejoramiento, con la reacción en cadena de polimerasa (PCR) ayudando a identificar plántulas con la mutación correcta en etapas tempranas.
Peter Nick dijo que este conocimiento molecular ayuda a asegurar la nutrición humana en regiones afectadas por la salinización del suelo. Actualmente, regiones como el delta del Nilo, Bangladés y el sur de Italia enfrentan problemas de estrés salino, y la aplicación de resultados de investigación en sorgo traerá cambios positivos a estas áreas.












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