Los satélites son pilares invisibles de la vida moderna. Navegan aviones, nos ayudan a navegar con GPS, proporcionan servicios de televisión e internet, e incluso ayudan a los servicios de emergencia a responder a desastres. Sin embargo, un nuevo tipo de computadora —la computadora cuántica— podría poner todo esto en riesgo.
Las computadoras cuánticas no son simplemente versiones aceleradas de las computadoras actuales. Funcionan de manera completamente diferente, utilizando reglas únicas de la física cuántica. Aunque las computadoras cuánticas aún no han alcanzado su pleno potencial, una vez que superen los obstáculos técnicos, prometen cambiar las reglas del juego.

Por ejemplo, se espera que resuelvan problemas matemáticos que las computadoras tradicionales tardarían millones de años en resolver. En algunos casos, las computadoras cuánticas podrían resolver estos problemas en segundos o minutos.
Es difícil predecir con precisión cuándo las computadoras cuánticas estarán realmente en uso. Sin embargo, se han logrado avances tanto en el diseño de procesadores cuánticos más potentes como en la superación de otros obstáculos en su desarrollo.
Las nuevas capacidades que traen las computadoras cuánticas prometen impulsar avances en campos como la ciencia y la medicina. Por ejemplo, pueden realizar simulaciones complejas necesarias para diseñar nuevos materiales y medicamentos más efectivos. También pueden mejorar nuestras simulaciones del clima futuro de la Tierra.
Sin embargo, hay un problema: las computadoras cuánticas también podrían romper los cifrados que protegen la seguridad de nuestro mundo digital.
Expertos de todo el mundo están acelerando el desarrollo de nuevos "candados" digitales que las computadoras cuánticas no puedan romper —un campo conocido como "criptografía post-cuántica". Estos nuevos cifrados están siendo probados y aprobados por instituciones internacionales, mientras que los gobiernos comienzan a planificar cómo actualizar sistemas que van desde satélites hasta sistemas bancarios.
Los candados digitales que protegen las señales de satélites, cuentas bancarias e información privada se basan en problemas matemáticos que las computadoras ordinarias no pueden resolver rápidamente. Sin embargo, las computadoras cuánticas pueden romper estos problemas con facilidad.
Podrías pensar que los satélites son seguros porque están lejos y son difíciles de alcanzar. Pero a medida que la tecnología necesaria para atacar satélites se vuelve más barata y accesible, los satélites se están convirtiendo en objetivos para hackers y gobiernos hostiles. Hoy en día, un atacante hábil incluso podría interceptar señales de satélites o intentar enviar comandos falsos.
Mantenerse a la vanguardia
La mayoría de los satélites están diseñados para durar décadas. Esto significa que los sistemas de seguridad que desplegamos ahora deben ser lo suficientemente fuertes no solo para resistir amenazas actuales, sino también amenazas futuras —incluyendo las de computadoras cuánticas.
El Centro Nacional de Ciberseguridad del Reino Unido publicó una hoja de ruta hacia la seguridad cuántica. Esta hoja de ruta establece un objetivo para 2035, en el que todas las organizaciones e instituciones deberían haber migrado todos sus sistemas a criptografía post-cuántica —un nuevo código digital que resista ataques de computadoras cuánticas.
El mensaje es claro: las organizaciones del sector privado y público necesitan comenzar a prepararse inmediatamente para que, cuando las computadoras cuánticas estén listas, nuestros sistemas más importantes (incluidos los satélites) ya estén protegidos.
Actualizar los mecanismos de seguridad de los satélites no es tan simple como actualizar el software de un teléfono. Una vez que un satélite está en órbita, es difícil —a veces incluso imposible— cambiar sus sistemas. Por eso, los nuevos satélites diseñados hoy deben incorporar mecanismos de seguridad resistente a quantum desde el principio.
También es necesario diseñar estos sistemas para que funcionen efectivamente en múltiples satélites, ya que algunas naves espaciales están diseñadas para colaborar en lo que se llama un "enjambre".
Si no actuamos ahora, los datos enviados y recibidos por satélites algún día podrían ser leídos o incluso alterados por cualquiera con una computadora cuántica lo suficientemente potente. Esto podría significar una variedad de consecuencias, desde interrupciones en señales GPS hasta ataques a comunicaciones de emergencia, e incluso amenazas a la seguridad nacional.
Ningún país puede resolver este problema solo. Necesitamos que científicos, ingenieros, gobiernos y organizaciones internacionales trabajen juntos para asegurar que nuestra infraestructura digital esté preparada para la era cuántica.
Estableciendo ahora medidas de protección contra computadoras cuánticas asegurará que, sin importar el futuro, nuestras satélites permanezcan conectadas y protegidas de manera segura.











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